SOLEMNE DIGNIDAD

Este es un conjunto de poesías cojonudas llenas de surrealismo, debilidad psicótica y humor empírico. Belleza poética, sátira y crítica feroz.
La visión de un loco que ve en la locura un vacío y un escape tridimensional hacia el espacio tiempo.
La mirada de un pirado también hacia el trato del sector de la salud mental que nos da este sistema que va tan desencaminado.

También en relación a la conjura de los débiles de alma, maltratados y engañados en el campo de las enfermedades mentales.
Chapuzas y mentiras son las reglas de estos mandatarios que luchan en nombre de los esquizofrénicos. Pero en fin, alguien habrá que valga la pena. Y lo se.
                                                                                    
 Barcelona 2016






A todo tren

Vendo mi casa.
Iré lejos.
Donde no me puedan encontrar.
Donde la pesadilla desaparezca.
Donde el sueño sea placentero.
Donde respire con calma.
Donde viva con dicha.
Donde el desasosiego no me persiga.
Donde yo pueda ser yo.


As de corazones

Las cartas del destino,
una tranquilidad pirómana.
Fuegos estelares,
estrellas centenarias.
Augurios milenarios.
La vida empezó hace veintiún minutos,
la esquizofrenia empezó hace dos mil dieciséis años…
Y la astucia se encerró en la cárcel de la pena.

Un estéril hematoma cerebral.
Un cosmos subatómico,
una palabra de metal,
un grito de vulgaridad por el interés
de manipular al perro faldero,
perro que antes fue salvaje,
pero volverá a la jungla
con los lobos.
Con las hienas y leones.
Con los cocodrilos
que estiran la trompa del elefante
que husmeaba en el lago
su propio narcisismo.


Con mano de hierro

Despierto
tras una pesadilla
con el espantapájaros.
Deliro y pienso en la futura esperanza.
Me quitaron mi motor,
pero eso es lo que les hago creer…
O más bien… lo que ellos piensan,
sí, eso es.
Como enfermo
lucharé y venceré.

Ellos me torturan con mano de hierro
pinchando mi bilis,
enredando mis intestinos.
Reventándome el estomago
y cortando mi alma en dos.
Pero mi mente ya creció en cuatro.
Y mi causa en siete.

Seré sincero
y lo diré sin tapujos.
Veréis vuestra muerte
porque ya estáis muertos.
Muertos por vuestra nefasta
brutal falsedad.
Necios manipuladores,
aprovechados .
Aprovechados de los más débiles.
Demostráis que sois escoria humana…
Inmunda escoria.


Crujir los puños

Suspiros de alcobas vacías.
Derrames cerebrales,
un aire que tienta al fin
se acaba y congela el aliento.
Quieren que muera la bella durmiente.
Que siga durmiendo,
pues está a punto de despertar
y denegar el maltrato delincuente.
Fiero problema de antemano,
descendencia farandulera.

Triquiñuelas para dejar
al pájaro que sin ser libre…
No conocerá el destino
que antaño electrocutaron
y manipularon sin dejar a
su defensa crujir los puños
tan dolidos de luchar,
que duermen como ovejas de pastor.
Pero somos cabras montesas
gritando de furia repentina.
Aniquilando todo dominio.
Aniquilando toda posible hecatombe.

Quieren que dormir sea el fin
y así desperdiciar nuestras vidas.
Controlándonos pueden vencernos,
pero les mataré si hace falta.
Pero con la elocuencia inteligente.
Siempre
Inteligente.


Demoliciones

Demoliciones en mi mente.
Lluvia ácida en mi alma.
Mi corazón en forma de cuenco
respira y da la infusión
del fruto amargo.
Mi piel atada con clavos.
Mi resplandor apagado.
Mi esperma inútil pero imaginativo.

Demoliciones en mi mente.
Cólera en mis pies.
Mis pulmones casi sin respirar
Porque no tienen cavidad,
como un tornado
que eleva los escombros,
mi cerebro eleva la vida
y cae en desdicha.
Una desdicha solemne.
Desdicha drogada.
Droga blanca.
Droga adictiva.
Droga para los caminos incautos,
caminos demolidos…
Demoliciones en mi mente.


Devolveré

Devolveré a los muertos en vida
una canción pasajera.
Entre las montañas,
cantaré sin descanso,
y en la arena del desierto dormiré.

La locura me empieza a dar poderes.
Vuelo por los aires
y quedo atónito.
Si nadie me ayudara
Caería en picado.
Pero es difícil creer en alguien
cuando te han traicionado.

Aquellos a los que seguías.
Aquellos a los que les confiabas
parte de tu problemática
adherente a tu alma.
Un mosquito les picará,
y la picadura les harán recapacitar
y aprender que lo bueno
es hacer feliz a los demás.
Devolveré su mentira …
Y que les jodan.


El dramaturgo

Canciones de cueva helada.
Pensamiento indecente.
La gotera asusta al pobre seguidor…
No hay dinero,
le preguntan.
Animal que hereda la contaminación.
Contacto letal con la respiración.
El sapo saltarín desinfecta el veneno
y mata al anciano engañado.
Pobre y solo, asustado y senil.

El conductor del tranvía
tira bombas de gas tóxico
y alimenta a su feto,
donde hay calcio y arena.
El feto crece en el interior
de su vientre
comiendo su solitaria.
Solitaria acompañada
por el cruel destino del conductor.
Que acabará muerto y enterrado.


El noveno arte

Una dibujo explota.
El episodio piloto de la locura
desciende en forma
de plastilina azul,
espuma de esqueletos humanos.
La corrupción del mentor es clara.
El sistema falla a favor del loco,
pero empieza por la normalidad mental.
Mentalidad cabizbaja.
Mentalidad herida
por el represor ignorante
que ataca al indefenso cautivo.

Responsable de que las tinieblas
hagan goteras en el cuarto de invitados,
el cuenta cuentos se raja el cuello
e intenta explicar porqué lo hizo…
Caliente su pellejo aun,
es devorado
por las sardinas caníbales,
sardinas de cacahuete.


El perro que ladra

Sucio y sin aliento.
Muerto y sin lealtad al opresor,
el perro ladra.
La colmena explota parcialmente
y las abejas asesinan al goloso
que al buscar miel.

Pierde de vista su origen,
su objetivo y su control.
El perro ladra
y muerde al denigrante
farandulero doctor.
El mandamás del burdel.
Una casa de putas
sin final feliz.
Unas princesas demasiado confiadas
caerán por el cuadrado tridimensional,
cabreadas, porque la mordedura canina
ha hecho de sus deseos
carne mechada.

El perro ladra
y no se deja conquistar
por delincuentes que dicen
ayudar al pobre,
Dominar el país,
y encender una vela al muerto.
El muerto enloquecido 
por la falta de cariño.
Falta de suerte.
Falta de amor.


Ellos respiran libres, pero culpables

Un enfermo se droga.
Sin dentadura y cohibido,
asiente por miedo a la represalia.
Demuestra que el poderoso lo domina
y le esconde la pura verdad.
La liberación de la gracia
de no recaer en la mala enfermedad…
Es decir de avanzar
pasivos e quebrados.

Confían y aplauden al jefe embaucador
Mentiroso e hipócrita.
Una ayuda ignorada
y un desenlace de dos martirios.
No saben nada
estos hijos de la gran puta
repelentes,
no se desenmascaran.
Porque les va su negocio genocida.
Fascista y opaco.


Esos locos

Esos locos.
Tan niños,
tan engañados,
tan manipulados por la gracia del trono de la Babilonia nueva,
tan dulces,
tan locos,
tan resbaladizos,
tan dueños de su momento
efímero y cauto,
desperdiciados por culpa de la guerra de clases,
por culpa de su poco hambre destructor,
por su falta de belleza en sus conciencias,
tan pequeños,
tan ilusos,
tan leales a quien les engaña
y les da de comer fármacos débiles y leves,
y en nombre de la salud que los cuida,
esos locos.


Herrero de pacotilla

Un hierro incandescente
abrasa mi materia gris.
No puedo más.
Castradores te acarician el cabello.
Falsos profetas niegan la verdad.
Herreros de pacotilla
venden cucharas de plástico
al pobre vendedor de biblias.
Biblias hechas de cartón piedra.
Piedra hecha de saliva.
Saliva hecha de putrefacción.
Putrefacción hecha de falsedad colosal.

Colosal cual pirámide flotante.
Flotante cual historia de cama fría.
Fría cual la dolencia perturbada.
Perturbada y sequizoafectiva.
Estructura fácil de romper
si la mente duerme,
duerme y no sana,
no sana y cae al suelo.
Suelo repleto de clavos.
Clavos que desgarran
el pulmón del viejo leproso
cual deforme destino
y predeterminación a obedecer,
y a asentir sin mostrar
sentimiento alguno.


La cena

Reconstruyo el templo maldito
donde para la cena
hay ojos de cadáveres
Fritos en empanada.
Huiré y desapareceré
hasta que no me busquen.

Un camino de lobos solitarios
me espera.
En la fría nieve,
torturas.
En el calor del sol,
plácidas experiencias.

Apareceré cuando me necesiten
y caeré al suelo si fallo.
Pero me levantaré sonriendo.
Llorando de alegría
cuando se haga justicia
y la paz sea glamurosa.

Sin cesar al viento indómito,
de pronto resurgiré
de las cenizas,
y demostraré
sólo para mí
que sigo vivo.


La chimenea

Hago de éste un mundo mejor.
Si puedo lo haré.
Caigo por un pasillo
rebotando por cada esquina.
Pastillas de gris amanecer.
Mucha antipsicótica formula
para enloquecer.
Ignorancia puede que sea todo
fastidiado de antes.
Antes de morir de curación psicológica.

Nos engañan.
Nos inutilizan
y hacen de nosotros
copias de copias.
descendemos por una chimenea
 llena de negro despertar.
humo entrecortado.
cortina de humo
para hacernos creer,
y no crecer hacia dentro y para fuera…

Estamos hasta los mismísimos cojones.
Sobre todo para la marmita
donde caímos de pequeños.
No somos como nosotros,
somos enemigos de nuestra causa,
causa perdida por aquellos
que magullan
nuestra efervescencia espiritual.

Nos adhieren a un control.
Pero yo me rio de la matriz…
Porque su control es falso
cual moneda de vómito
que echo por el culo dolorosamente.
Porque nos pagan con insultos
nuestra inteligencia juvenil.
Ojalá revienten y desplieguen su sudor
en justicia para nuestra brutal 
enfermedad mental.
Yo les maldigo.
Son pantomima.
Son falsas promesas.


La crisálida de mariposa

Ya no confío en los señores de la guerra.
En los doctores de la salud metal.
Los señores y señoras que acaban
con un pobre crio tullido.
Mentes que juegan
con otras mentes más débiles.
Más honradas.
Éstas, más peligrosas,
las que juegan a dominar el imperio
de la problemática social
de la esquizofrenia.

Estoy gravemente puteado,
ignoran los problemas del caído enfermo,
pobre cautivo,
del débil maltrecho cazamariposas…
Ellos, traidores,
no dejan que en la crisálida
la larva pase a gusano
y de gusano a bello insecto,
más bien, hacen todo lo que esté en sus manos
para que el gusano viva siendo eso.
Un gusano,
y controlado por la fatalidad del dominio.
Ignorantes,
Pobres,
pobres criaturas.


La escopeta del sin apoyo

Intereses para la gran trampa.
Cartuchos de condescendencia.
Mentiras por sitios frecuentados por traidores.
Traidores que se cobijan con la amistad de intereses.
Maldiciones de cordialidad.
Ataques de ira.
Un caballo desbocado que surca los mares de la intuición.
Caballo que es asesinado y mutilado en muerte.
Colgado de su propia sien
de su propia problemática.
Un problema ignorado,
dos problemas que afectan
a la putrefacción del cerebro.
Mente libre y acariciada por una alcantarilla.
Alcantarilla de abusos ilegales.

Fingieron que la ayuda siempre fue ayuda,
Pero nunca llegó.
Muerte a esos manipuladores
y farsantes individuos…
Ellos roban y demuestran
que la falacia es su credo.


La fealdad

Una fealdad se encuentra
cardiovascularmente mutilada.
La fealdad es siempre engañada por la cordura.
Los pies de un gigante pisan la ciudad.
El psicólogo queda en libertad sin cargos
aun habiendo engañado el enfermo.
El enfermo nunca dice ni mierda.
Se traga la bazofia zalamera
y se esconde con temor.
El matasanos confía en su órgano
que hace de él una canción.
Un ritmo que atrapa a la mente débil.
Atrapa la conspiración y desmiembra al insano.
Insano y fiel a la falta de verdad…

A la falta de cooperación
por parte de los que controlan
al pobre humano indefenso.
El psicólogo que hierbe su sangre
vendida por una puñado de euros,
entra en la dimensión de la corrupción.
Robando la dignidad al pobre hombre
que ignorante e ignorado,
asiente un sí,
regalando su libertad a estos secuaces
del monopolio de la salud mental. 


La melodía de guerra y sombra

La melodía que oigo
es cada día más nefasta.
Gente empobrecida gritando de insalubre salud.
Monjes que crecen solo para la tempestad.
Brujas que enredan con su ojo sátiro.
Aventurero sin paladar.
Santo mártir crucificado.
Salvador invidente
desdentado e insano
pendiente de juicio,
por haber asesinado al más cabrón  de los necios.

Al más necio de los cabrones yo maldigo.
Sin dormir, sin creer en nada.
Decapitado y sin fuerzas pido la yugular
en mis manos,
la tráquea,
en mis pies…
Y su alma fuera de mi camino.
Camino severo
pero listo para empuñarlo
cual espada que raja el estómago,
y desparrama los intestinos del enemigo
en medio de la guerra.
En medio de la sombra.


La montaña del sufrimiento

Seguiré cuando el aire no me sople en la cara.
Cuando la mar haga que me ahogue en ella.
Cuando el despertar me pille durmiendo.
Cuando la psicosis me despierte por la noche
y me desparrame los sesos por toda la habitación.
Seguiré aunque me duela todo.
Aunque me digan que pare y me aten a un árbol perenne.
Seguiré cuando me apuñalen por detrás.
Cuando me destierren del planeta.
Cuando me digan que estoy muerto.
Cuando me identifiquen y se me insulte y se me llame loco.
Seguiré hasta resucitar de entre los muertos.
Muertos de veras.
Con la linterna encendida
para ver entre los pasadizos de la ultratumba.
Ultratumba de una mente casi quebrada…
Quebrada cual cantera en la montaña del sufrimiento.


La pepita de ciruela

La pepita crece en una maceta.
Ella no.
Una futura fruta digna de no postrarse ante nadie.
El enfermo cae de la cama y se rompe la crisma.
Uh pobre ser.
Un niño en su interior.
Maltratado.
Insultado.
El mismo que aplaude al captor.
La ciruela.
La pepita de ciruela es libre.
Pero en su maceta esta la diferencia.
Entre estar cautiva o pensar por si misma.
Destruyan las macetas.
Y desplieguen la mente.


La servilleta manchada

Sin paracaídas me tiro al vacío
que resuena en mi interior.
Gritos de animales que se chamuscan
por las brasas del odio,
penetran en mis oídos flácidos…
Un poco de ungüento veloz
para seguir cayendo en picado.

Desespero inminente
es lo que percibía aquellas tardes
que ahora se van desvaneciendo,
pero quedará el residuo y su verdad.
No confío en nadie.
Como mucho en alguien.
Pero la servilleta manchada de vino
se secará al sol de la mañana.
Al viento y agua.
A  la tierra.
Como la caída al vacío
que vivo.
Vivo y siento.


Muestras de orina y orina de muestras

Se mean en mi cara
y dicen que llueve.
Me tratan como un tonto
y dicen que no hay tontos.
Me tratan como un niño
y luego me pegan como a una puta.
Me mienten
y dicen que estoy enfermo.
Me dicen que mi enfermedad es crónica
pero me putean como a un sano asesino.
Me cautivan y me sueltan a los leones
Hambrientos.
Orina.
Sangre.
Mentira.
Maldad.
Negocios de muestras de orina.
Banco de orina de muestras.
Muestras dolorosas.
Dolor en vano.
Falacia mundial.


Piedra caliza

Caminando despacio
entre fuego y niebla.
Recorriendo el país
en motocicleta.
Árboles caídos.
Tormenta de rayos.
Nieve de madera
en la noche de cristal.
Pétalos de flor envenenados.
Dientes que chirrían
por la digna respuesta
a la pregunta inadecuada.

Caminos que se cortan
con la encrucijada del fervor.
Del fervor incondicional
que me acompaña
cual motor de potente buque
que navega sin rumbo alguno.
Huyendo.
Saliendo del paso.
Como la matanza al machete.
Machete que rebana la carne
y se convierte en agua.
Agua de piedra caliza.
Piedra que se convertirá en oro.


Reclamos de audiencia

La corte grita a la guerra.
La pobreza anímica
tarda en secuestrar al famoso ser
que manipula al débil.
La corte aclama la injusticia…
Pues ellos perecerán por asquerosos.
Un árbol de fruta de cartón.
Un rio de caudalosa desforestación.
Aguas negras.
Viento azul.
Noche abierta.
Para pensar en vano.
Pero ganar la apuesta.
Engañados aquellos
que no intentan liberarse.

Calentados por el autor
de la bazofia espiritual.
El autor de la desgracias
y el desatino feroz.
Del imperio social.
El orden mundial.
Poca salud.
Mucha disciplina sucia.
Reconocer lo más penoso
es creer en ellos.
Aquellos que van a destruirte.


Retratos retroactivos

Abrazos de desconfianza
retratados y retroactivos.
Cunetas a perdición del mentiroso.
Pintura maloliente marrón.
Color mierda y perfume de mandrágora.
Retratos retroactivos.
Retratos de dolor y pena.
Pena ahogada con el licor de la pasión.
Con el néctar de la paciencia.
Envidia insana y contradictoria.
Transeúntes despistados
corren la maratón
para el cáncer de cerebro,
cerebro infectado por la mentira y la verdad,
la mentira descuidada por el predecesor adinerado,
payasadas infernales
que se clavan cual cuchillo mellado
en un corazón solitario.


Tormenta de hielo

En casa de la esperanza
nunca hace frio.
En casa del buen pastor
la oveja muere devorada por el oso.
En casa del loco
el frio y el caliente aliento.
Siempre es el mismo.
Las tormentas de hielo
se parecen a mi mente.
Abruptas y serenas.
Anárquicas y quietas.
Difíciles y sencillas.
Las tormentas de hielo
se parecen a mi intelecto.
Brutales y húmedas.
Transparentes y arenosas
cual pantano de movedizas y
literarias experiencias,
tormentas de hielo,
cual hilo de pescar
que caza al pez con valor y solemne dignidad.


Traición

Traición que demuestra intentos de control.
Un alquiler levantado por obreros ricos.
La luz tenue del reflejo del sol en mis ojos
devuelve la cena con vómitos descarados.
La sonrisa falsa del mafioso pomposo
le da idea preconcebida de retrasado percutor,
una arma a punto de ser disparada,
un cañón caliente con carne roja,
carne ensangrentada refrita y salada,
una madriguera donde el mapache caza al león,
serpiente de coral que alimenta el huevo de ratón
sorprendente estupidez que demora austeridad,
que acontece mala y contrariada autoridad.


Verdes praderas

Desembucho con el valor de la convicción.
Unas verdes praderas me recuerdan porqué recuerdo.
Unas luciérnagas en los juncos
me recuerdan porque estoy vivo.
El delfín sin cabeza.
Y el tiburón sin dientes.
La alquimia sin plata ni bronce.
La edad de piedra volverá.
Y nosotros quietos admiraremos
como surge la muerte
de entre los jinetes del renacimiento.
Jinetes del apogeo de la ciencia.
Ciencia falsa
que engaña al mentor.
Que es así mismo engañado por el alumno.
Alumno que cambiará las cosas.
Porque los tiempos están cambiando.

Unas verdes praderas
me recuerdan porqué recuerdo.
Recuerdo los momentos
en que estaba en el vientre del reposo,
en el horno amniótico.
En el paraíso.
Ahora, enfermo,
lucho por lidiar con el mundo.
Un mundo paralelo.
De maldad y bondad.
De derecha a izquierda.
De arriba abajo.
De dentro a fuera.
De mentira y de verdad
De sexo y violencia.
De verdes praderas que me recuerdan
porqué recuerdo.


Yo voy a luchar

Una ciudad reprimida.
Un poder que encuentra su uso
en las mentes que pueden controlar
esas mentes que juegan
con castillos flotantes.
Con ruedas de arena, sin goma,
con petardos sin mecha,
con dados trucados…
Una ciudad donde el calor
de la pastilla anti coagulante
rinde a los pies del loco
su máximo exponente de maldad,
reprimidos,
luchar es poner en duda su fracaso,
el antipsicótico se pierde
en las llamas del trueno devastador,
ante el trono del bunker del trono,
del sistema,
sistema que se aprovecha del débil chiflado,
de corazón sufrido y enclenque,
de alma servil.

Yo voy a luchar, voy a hacerme respetar.
Nadie puede pisarme.
Ni manipular mi mente.
Aguanto lo que puedo.
Y saco mi artillería.
Mis granadas de verosímil metralla.
Mis cuchillos de filo subversivo.
Mis cañones de palabras santas.
Mi verdad.
Pero lucho solo…
Lograron engañar a todo dios.
Pero a mi por mis huevos
que nadie va a matarme.


SOLEMNE DIGNIDAD - 2016