ODA A LA MUJER

Este conjunto de poesías va dedicado a la mujer.
La mujer que se cría como diosa, sea del continente que sea.

Todos amamos a la mujer.
Lo que si es cierto es que no nos deja indiferentes.
Y aun así todos las necesitamos para concretar quienes fuimos, quienes somos  y quienes seremos.

Amar a la mujer es amar la vida.
Amar la resonancia magnética de nuestros corazones.

Así que disfruten de un libro libre y sencillo, cauto y enternecedor, caliente como una tarde en un patio relajante con un té en una hamaca de cáñamo…

Oda a la mujer, no hace falta más palabras. Pues disfruren.



Barcelona 2016



Aroma y tiempo

Como el humo
del tabaco.
Decadente jardín de las delicias.
Amanecer de película,
un té a las dos de la mañana.
Un beso a las dos del mediodía…
Con la luz del sol
estás tú morena,
así que brindemos
deliberando el momento,
momento placentero
cual rayo de sol en los ojos
para saber que la luz está presente.
Presente como un campo de pinos.
Pinos que dejan a la imaginación
echar la siesta que reconfortará
a los músculos y a la mente
el descanso que ansiamos,
y luego pasaremos a la acción,
dejando ver la claridad del atardecer
como el humo.
Aroma y tiempo.


Así vivo

Solo creo en las verdes palmeras,
y claro, en tu maravillosa luz.
Luz de amaneceres preciosos
que te iluminarán siempre.
Yo vivo con todo esto.

Sólo creo en mi camino.
En él estás tú presente
al rojo vivo, oh,
en mi corazón de poeta.

En el tuyo está lo que tanto deseo y necesito.
Yo sueño con todo esto.
Porqué eres la gran dama.
La dama africana
sofisticada y colosal.



Atento a la música

Melodías en mis oídos.
Melodías en el corazón de la música.
Ella, nacida de mi interior,
nacida de la música,
melómana hermosura,
ha aparecido.
La mujer esperada.

Ha nacido de partículas,
de mi corazón,
de partículas de mi alma.
Ella.
Ella proviene del continente perdido.
Del viejo y prolifero amanecer
del caído trono…
Del cual existe la libertad.
La leal libertad hacia la eterna realidad.
Realidad dual por la mujer y la vida.
Vida.
Melodía en mi corazón.
Atento a la música.


Belleza

Belleza eterna.
Eterno fervor.
Eterna belleza extrema.
Sus pupilas no brillarán
después de muerta.
Porque son la misma luna
a miles de kilómetros.
Ella se destierra de cuanto sabe,
a distancias solemnes.
A momentos sutiles,
en contornos aterciopelados.
En caricias jóvenes,
caricias cautas.
Pero a rebosar de complicidad.

Belleza eterna.
Belleza nueva.
Extrema compostura
de una serenidad salvaje.
Ella perpetúa las artísticas palabras
con efímero tono a cereza de campo.
Al fin.
Ella.


Callando

Callando la contemplo.
Callando admiro su fuerza,
salvaje despertar.
Callando la sigo de cerca y la amo.
Preciosa y bonita.

Hay mujeres muy bellas…
Yo me quedo con las exóticas.
Son bellezas perfectas
que rozan imperfecciones.

Bellezas de pureza
en corazón transparente
cual mirada del místico
que conoce el gran cosmos.

La belleza,
como el universo,
puede ser infinito,
pero también puede ser subatómico…

Yo me quedo callando,
sintiendo su magia femenina,
el latir de un corazón
parte mujer, parte eternidad.
El mío junto a ella
también parte hombre, parte libertad.
Eso sí.
Callando.


Caluroso despertar

Calor.
Amor.
Sudor.
Encuentro de bestias intocables por el viento.
Viento que quema,
viento que enciende el amor
cual sangre roja que brota
en la herida de mortero.
Mortero de rosas.
Rosas rojas.
Reticencia cero.
Placer culminante,
culminante de tesoros al tacto.
Tacto curvilíneo.
Tacto deliciosamente delicado
como espuma.
Espuma de vino dulce.
Despertar caluroso.
Despertar caluroso y atento.


Carismática llanura de plácida cura

La cura en mi interior
calma mi corazón maldito.
Calma hacia mi esperanza 
que no cree en si misma.
Necesito una gran vida.
Una gran distancia.
Colosal distancia
que se hará infinita
o desaparecerá  y llegara el momento
de morir por ella.

La mujer…
Clara alma.
Oscura perversión,
que elimina al carecer de ella.
Opaca mentira.
Verdad hecha de piedras preciosas.
Verdad de pureza indestructible.

Calor inminente
como un destello
de virutas de fuego.
Fuego que me pertenece
por ser agua.
Agua que ahoga penas en mercurio.
Mercurio de una fuerza indestructible.
Cual belleza, arte y ciencia para el renacimiento.
La mujer.
La cura.
La plácida llanura
donde todo brota.


Como aceite de oliva

Me siento solo sin la mujer.
Como si no brotase la olivera que da el aceite.
Aceite que emplearé para bañar su cuerpo,
un cuerpo del trópico selvático.
Selvático aroma que desprende su belleza.
Belleza africana y pura.
Pura como el aceite de oliva.


Como el cristal

Tu eres como el cristal,
eres la que amo.
Eres la que me ama.
Transparente,
pero no frágil al golpe.
Al golpe de la espera.
Espera que compartímos

Siempre,
como el atardecer.
Atardecer de cristal.
Cristal bañado de complicidad.
Complicidad
que deja pasar la luz
pero sin apoderarse de tal.

Como el cristal eres tu.
Elegante y sincera.
Brillante y protectora.
Caliente y cautelosa
pero fuerte al carácter hacia la vida.
Esta vida contigo
que es como el cristal.


Cómo vivir o como despedir los malos sentimientos

El cómo lo hará… no lo se… pero…
Ella hará que elimines el destrozo,
la mierda,
los malos tiempos
del destructivo olvido…
Y llegarás al punto de inicio
en el que gozarás
de la existencia divina.

Ella ama tu hora de la verdad.
La hora que se hunde
en el mar del alma.
Un mar hacia un lado.
Una ola de amores.
Amores hacia un lado.
Hacia un lado del cerebro.
El ser alado de lo imaginario.
Ser alado y hercúleo,
predecesor del enigma de la vida.
Vida para amar
y ser amado.


Corazones asustados

Corazones
que se unen y renacen
gracias a ellas.
Ellas, predecesoras del cariño.
dan rienda suelta a las más íntimas razones.
Razones dignas de un meteorito
que choca contra la atmosfera.
Atmosfera anímica.
Atmósfera infinita.
Infinita cual espacio entre la verdad y el amor.


Creo en ti

Desde más allá de los tiempos
te busqué y supe lo que eras.
Ahora la vida brilla más que el sol
porque la naturaleza de nuestros corazones
son llamas que arden eternas.

La clave está en saber, no en creer,
lo auténtico es el presente.
Busca en el rincón más ausente de tu alma,
dentro de tu intelecto.
Allí estas tu amándome.

La perfección está a un paso de distancia,
porque no existe, solo es un nombre,
pero tú eres cuanto se, y sí.
Tú eres la gran mujer negra
y te busco para encontrarte.

Sígueme y desaparezcamos
                                                 -de aquí
para ser infinitos.


Cual copa de vino blanco

Eres sabrosa.
Sabrosa y capaz de embriagarme
con tu belleza.
Tu gusto afrutado,
sabor a agua y azúcar de caña,
Lima,
Coco
Y sandía.

Sólo con el color
das la leyenda al trago perfecto,
una gota de uva dorada,
un vaso de diamante.
Placer de dioses.
Glaciar en el polo norte.
Frescura de un poderío insaciable.
Poderío cual copa de vino blanco
que miro al pasar y degusto sin cesar.


Cuando más la quiero

Siento que estoy enamorado
de la vida y de ella,
la mujer.
Inmortal ser de niebla púrpura.
Inmortal don de hermosas primaveras.
Cese de violencia.
Acuerdo inminente de árbol frutal.
Despampanante esotérico anclaje,
su corazón.
Del que espero.

La mujer…
Digna como una emperadora de la libertad.
Libertad de elegir lo que a todos nos corresponde.
Libertad bajo tutela del amor.

Que es lo que algunos piensan,
amar en libertad es no existir
cual pájaro emigrante,
sino existir cual pájaro de vidrio
reflejando así las ocultas penumbras,
penumbras maternales.
La magia crece.
Contar la historia,
porque son...
Mujeres.


Dulce africana

Paseando entre cocoteros
la veo y siento que por fin es real.
Ahora la percibo tal y como es.
La preciosa niña que me hace feliz.

Paseando entre la arena de una playa
la deseo aún más y más.
Porque me da el calor del verano.

Paseando entre el viento
la espero de cerca a que venga.
Y nos abrazamos en aguas cálidas

Paseo por nuestros corazones.
Nuestro amor flota como los pájaros
porque es auténtico y eterno.
Dulce africana.


El calor que me das

Ese calor,
me entra por el párpado.
Un espléndido y brillante resplandor.
El calor que me das
produce en mí una sensación de despertar.
Creo en ti y en tu amor,
la perfecta ocasión
para dejar la semilla en tu interior.
La perfecta ocasión de interaccionar
con tu alma gustosa,
con tu sexo gozoso,
con tus labios generosos
que desde el último beso aun mojado
es dulce cual caramelo de café.
Café que por la mañana beberemos .
Antes de yacer juntos en la playa de los deseos.                                                              
Deseos de fundir nuestras almas al punto de nieve.


El naranjo

Un naranjo.
30 años de pasión.
Pasión incendiaria.                                                  
Arde un papel
caído de un cálido beso.
Beso suave al acabar.
Beso salvaje empezar.

Necesito un momento para recuperar el aliento.
Ella me lo da, como un naranjo
da la vitamina justo en temporada de juegos eróticos,
juegos de las artes amatorias,
juegos en los tumultuosos abrazos,
abrazos desnudos cual sentimiento de embriaguez,
embriaguez solemne,
solemne caricia sensual
hacia las curvas,
curvas en las cuales deslizo mi boca,
boca que tiendo para ella
y ella tiende todo su mágico porvenir.                                         
Porvenir plácido.
Porvenir de ambos caminos.
Caminos unidos como el naranjo,
que crece.
Crece y se alza cual pétalo al viento matinal.
Viento sepulcral cual gota de lluvia…
El naranjo.


Ellas

Ellas florecen con la lluvia.
Ellas amanecen con ternura.
Ellas se sorprenden
de la mordedura del calor.
Ellas aprenden a no pecar con deshonor.
Ellas despistan a las edades.
Ellas premian al hombre.
Ellas paren al loco.
Ellas conocen la desdicha en la dicha.
Ellas poseen la bondad.
Ellas alimentan la tierra fértil.
Ellas ejecutan la verdad.
Ellas acentúan la belleza.
Ellas duermen sigilosas.
Ellas dan el aroma del sentimiento
dulce al paladar.
Ellas proceden del mundo de los sueños.
Ellas marcan la diferencia.
Ellas llaman al estilo.
Ellas aumentan el fervor del carisma.
Ellas ponen en duda la excelencia del ser.
Ellas perpetúan a la especie.
Ellas carecen de maldad.
Al menos aquellas a las que amo y me aman.


Esencias

De noche.
Con la catarsis de mi destino encima,
ansío poder amarte…
Solo como un lobo
deseo verte.
Deseo tocar tu piel negra.
Negra como la noche en que te conocí
entre multitud de esencias.
La tuya permanece conmigo.
En mi materia vital.
En mis neuronas.
Egocéntrica manera de quererte.
Pero tienes que ser mía.
Es que eres para mí.

Tu esencia,
pura fórmula de la existencia divina,
exquisita voz interior.
Remota posibilidad de olvido,
de creer que no estamos
en un mismo cuerpo, sino,
que somos uno.
Somos un mismo algoritmo.
Una marca rotunda            
cual golpe de barita mágica,
que hace realidad un deseo.
Mi deseo eres tu.


Guanábana en el cabello

Jugo de guanábana en tus cabellos.
Dulce al paladar.
Sabor rotundo.
Gusto untuoso.
Como en tus labios los míos.

Como tus cabellos al viento.
Viento cálido.
Viento especiado
hecho gotas de agua turquesa.
Renacer íntimo entre tú y yo.

Como en tus cabellos.
Jugo de guanábana.
Blanquecina fruta.
Profanación de semillas.
Senda para enamorados.


La bufanda

Hace frío y te busco.
Tú me tratarás con el calor que necesito,
porque sabes que haré lo mismo.
Recíproco y perfecto.
Sonido del latido permanente,
bajo un frío y plácido atardecer.

La bufanda da el calor
cual nido de pájaros.
Cual fuego en brasas.
Cual verano sin prisas.

Eres la búsqueda finalizada.
Eres el atuendo del presente.
Eres la luz de invierno.
Eres el aroma a incienso.
Eres la belleza preciada
cual piedra preciosa.
Cual cueva
protegiendo de los truenos
nuestros corazones hambrientos.
Nuestros plenos pensamientos .
Eres la bufanda para mi frío.
Hecha de amor y gracia.
De culto recelo al separarnos.
De ansiosa bondad
y de tesoros del alma.
Tesoros dignos de amar y pronunciar.
Pronunciar y aclamar como nuestros.
Como nuestros.


La escapada

Me escapé de la cueva.
Tú con la luz como alma
me hiciste abandonar el dolor.
Ahora soy libre y claro.
La oscuridad se fundió
cual atardecer hace desaparecer las sombras.
Sombras de miedo
y temor hacia la existencia.
Tu amor me cura las heridas,
heridas que producen cansancio y aullidos
cual lobo al que se le ha roto una pierna
por la trampa de un furtivo.
Furtivo incrédulo
por la falta de paz interior.
Paz que tú adoras
al darme belleza incansable.
Belleza incandescente.
Belleza fuera de la cueva,
la cueva oscura.
La cueva de la que he escapado.


La negra

Desde aquel atardecer,
quedé paralizado y excitado.

Tus vibraciones penetraron el mí,
e intoxicaron mi espíritu.

Y ese humo era pura vida.

Solo dejé que me empapases el alma,
de esta, tu magia milenaria.

Magia de tiempos
en que la tierra era virgen.

Y tú y yo somos esa pureza.

Y la fuerza del triunfo del amor.


La piel sofocante

Agua de color turquesa
corre por sus venas.
El sol juega
con el líquido translúcido
y hace que tenga este color.
Sus cabellos me privan
de ver la tormenta
que ella esconde bajo su piel tostada
por el calor sofocante,
tormenta acreedora
de años de placer,
placer que toco
y que fluye entre mis dedos.

Ella es femenina,
intrépida y dulce
al encuentro de dos seres,
seres cual flecha atraviesa
un corazón que aun palpita
y deja de temblar…
Por ella, ella me quita el miedo,
ella me despoja
de mi cruel batalla interior.
Mujer espléndida,
mujer misteriosa,
mujer mística de tez oscura,
oscura como la noche
en que decide tomar el mando
y salir a conquistar
el mundo que le pertenece,
nuestras almas son ese mundo,
queremos y adoramos
a nuestras queridas damas.
Damas llenas de pasión sin fin,
sin fin es lo mismo que decir sin tiempo,
sin tiempo.


La pista del destino

Aromática cual flor en primavera.
Cual tabaco afrutado.
Cual hojas que caen dejando el aroma
que se descubre con buquet de vino tinto.
Mujeres serenas.
Mujeres sedientas de auténtica alquímia.
Buscadoras de pensamientos letales
en cuanto a broma sin sentido.
Damas de lo justo,
aquellas que me amen
se les dará el gran honor
de la vida eterna.
De la inmortalidad.
Inmortalidad divina.
Divina y grande
cual placer de seguir la pista del destino.


La surrealista dama

Eres la dama surrealista.
Pompas de jabón traes desde África.
Hierba fresca
y cocos verdes.
Plantas hechas de colores y sueños.
Eres la dama surrealista.
Traes miel.
Piñas y azúcar.
Traes flores y alegría.
Traes contigo la fuerza del amor
cual vendedor que regatea.

Tus miembros se alejan del alma,
produces taquicardias a quien te ve
porque eres la dama surrealista.
Traes corazón.
Traes vendetta,
traes cariño,
traes locura,
traes conjuros de rebelde esencia,
traes bondad,
traes la vida.


Nada más eres

Explosión.
Eternidad.
Lujuria.
Psicosis.
Relatividad.
Angustia.
Cine.
Relajación.
Amor.
Relámpagos.
Sueños de muchas noches.
Húmedas opciones.
Real abismo.
Mente compleja.
Rencor.
Amistad.
Odio.
Aplausos.
Sexo.
Días de sol.
Dios.
Niña.
Reina.
Esposa.
Muerte.
Vida.
Arte…
Nada más eres…


No hay prisa

Suelo desaparecer para todos.
Me desvío para seguir pensando en ti.
A veces te traiciono por un deseo vanidoso.
Pero tu alma es grande
y acabo recordando porque te quiero.

Quiero decir cuánto difícil es esto.
Es un mundo solitario.
En un momento puedes olvidar
porqué sigues cantándole a la vida.

Pero de repente lo sabré, y volverá la magia a mí.
Unidos por todas las noches.
Abrazados por todos los días.


Nombre

La imploro
con fastuoso fervor.

Es casi hipnótico.

Me empuja
hasta más allá de todo.


Placer para dos

Un alma noble.
Un surcar fácil de percibir.
Simpatía a fuego lento.
Calor de dos cuerpos.
Sudor implacable.
Olores eróticos.
Pacífica fórmula.
Asombroso placer,
un lado quemando,
un lado helado,
y el centro brillante abismo
cual montaña nevada.


Sangre caliente

Salí de un traje mojado
y me metí en un martini seco.
Bailé desnudo bajo la tormenta.
Busqué el oro en el desierto.
Perseguí la perfección
cual bestia salvaje.
Me enamoré de la vida bajo custodia.
Me enamoré de ti en primavera.
Y en invierno el sentir era intenso y vasto
cual baobab en la noche.
Busqué tu esencia ancestral.
Encontré un abismo colosal
cual mar del pacífico.
Mar de coral.
Mar de peces y colores.
Colores que tú tienes en la sangre.
Sangre pura.
Sangre caliente.


Tamarindos

Tu alma dulce cual tamarindo.
Tus ojos negros cual galaxia lejana.
Tus piernas caminan y caminan.
Tu cuerpo de amar se trata.
Tamarindos en tu boca,
triturados,
pulpa de ensueño.
Pulpa naranja,
alimento de genio,
proteínas e ingenio,
tamarindo en tus pies
y en tus oídos
que reclaman vivencias,
que reclaman la paz.

Tus caderas relajantes
cual barco se mece en alta mar,
mar de caramelos,
un caramelo por cada deseo,
un  deseo por cada idea,
una idea por cada beso
y un beso para cada semilla
que brota cual palmera en la playa.


Tú, si…

En un planeta solitario
veo a la humanidad
como se deshace cual humo amarillo
en un rayo de luz.
Un estelar movimiento.
Un atractivo desdén
desde lejos.
En soledad.
Sé que eres tú,
mujer,
La que puede salvar la existencia.
Solo tú…

Sin ti mi vida es una derrota
Y todos coinciden en que es cierto.
Sólo consigo aislamiento.
Por eso si voy a hacerlo, 
llegaré hasta el final.
Eso es.
Te amo.
Solo tu entre la multitud.
Oscura piel.
Alma luminosa.
Cuerpo asesino al temperamento.
A la compostura compacta
de mi visión.

Eres esbelta
cual colibrí.
Femenina y libertaria.
Artística i esotérica.
Mujer.
Gran mujer.


Ven

Creo que desperté al fin.
Mucha hambre de libertad bajo fianza.
Rescato lo único que es más grande…
Tu belleza negra que tanto me impacta.

De noche en soledad suelo estar despierto.
Tumbado en mi hamaca.
Una hamaca con cuerdas invisibles…
Tu mente está en la mía con desafío.

Quiero que sepas una cosa.
Tengo mucho y lo amo.
Pero si estamos juntos africana…
Se expande y se hace infinito.


Y para mi

Soy poeta.
Y para mi eres el puño y letra.
Soy soñador.
Y para mi eres el dolor.
Soy loco.
Y para mi eres el sol.
Soy amante.
Y para mi eres el calor.
Soy vagabundo.
Y para mi eres el bosque encantado.
Soy artista.
Y para mi eres arte.
Soy soledad.
Y para mi eres la humanidad.
Para mi eres la luz.


ODA A LA MUJER - 2016