CUANDO LLUEVE FUEGO

En este libro de carácter picante, definitivamente se trata la actitud amatoria del humano libre, ya que lleno de pornografía y sueños calientes desata la imprudencia de decir lo que se piensa.

Declaración de inocencia y poderío erótico, en ella sale a relucir el amor a follar y a disfrutar de la sexualidad más promiscua.

Libertad de expresión, bromas guarras y gritos de amor al arte con algún humilde y pequeñísimo toque Picassiano.

Pero ante todo, es un conjunto de poesías suaves y encantadoras llenas de cariño hacia la compañera más audaz y fogosa respecto al placer carnal y a las artes poéticas.

Barcelona 2017






A nuestro amor

Tu piel negra es como de chocolate.
Tu chochito es como de fresa.
Y tus ojos son como de mar angosto.
Yo, como un barco a la deriva,
cuelgo mi gorro de capitán,
y echo ancla.
En tu cuerpo
entraré por la puerta grande
cual palmera que da cocos,
para ser tomados.
Paisajes verdes lima.
Amarillo banana en tu calma.
En el alma tu aliento fresco,
que da en mí el golpe
en cada extremidad.
En el contorno de cada curva,
en tu cuerpo allí estoy yo,
tus ojos de mar angosto.
Pepitas de café
que bebemos por las  mañanas
en nuestro paraíso,
y salimos a rescatar a nuestra seducción tántrica.
Tu coño,
mi pene,
tu tiempo,
mi tiempo,
nuestro amor.


Al licor de pistacho

Tu coño es como un bosque encantado
donde reina una princesa en un castillo de galleta.
Hay un lobo solitario,
y una niña que recoge limones
del árbol prohibido.
También hay músicos que cantan y bailan.
Y una fuente de vino blanco.
Chocolate con frutas.
Y una muralla.
Que deja a todo el mundo pasar.

También hay bicicletas que andan solas.
Duchas de agua cristalina.
Y ríos de color escarlata.
Hay gente que ríe.
Gente que llora de alegría.
Y todos viven eternamente.
No mueren…
El placer los mantiene jóvenes.
Y follan.
Todas con todos.
Todos con todas.
Y sueñan.
Con el sueño del licor de pistacho.
Sueño al licor de pistacho.
Pan con nueces.
Café.
Canela y té verde.
Y follan,
follan.


Caliente

Te amo, y…
Estoy más caliente
que una manzana de caramelo.
Sueño con palmeras,
porque los dátiles son como vulvas.
Los cocos como pechos
de mujer negra.
Y las hojas y el tronco
mi pene aturdido
y recto cual avión que despega.
Mis manos masturban
al esqueleto melancólico,
a la sombra verde del canto y el llanto.
Corridas de sollozos espumosos
que mi miembro expulsa.
Pienso en tu coño jugoso.
Siento que lamer el clítoris
me hará inmortal.
Y subiré a los cielos.
Y la penetración me llevará despacio
y cálida al paraíso.

Estoy más caliente
que una sopa en invierno.
Sueño con oler cabellos
con aromas a fruta fresca.
A degustar tu cuello suave
de gustos diversos sudados
y jabonosos de chucherías rosas.
Pienso que tus pies
caminan en mi espalda
y tu culo acaba en mi nariz.
Unas manos pajean mi enorme trabuco
cual pincel en un lienzo de Gauguin.
Sujetando las caderas tuyas,
las de una dama joven y curvilínea.
De piel oscura.
Carita de ángel.
Bollito entre las piernas.


Calor metalizado de madera

Mi pene es un misil en tu boca.
Y tu boca uranio luminoso.
Mi pistola magnum 69.
Y tus balas de sabor dulzón.
Tus caderas recargan mi miembro.
Explícame cómo tu sexo es mío.
Y cómo mi cuerpo explota cual T.N.T..
Estás cachonda por ver mi potencial.
Y yo te lamo.
Y repaso al punto de sal todo tu cuerpo.
Y añado especias en tu vulva.
Que, como cual olla,
persiste en cocinar nuestro amor.
Cocina africana a por doquier.
Cacahuete es tu aroma erótico.
Tu estomago engancha con la barita mágica
del picante pimiento.
Y el maíz amarillo.
La carne de ternera asada.
El pan ácimo.
Y el sudor del mejor sexo.
Quiero lamer tu ser.
Y descubrir
que somos uno.
Tu coño y tus pechos
son maravillas.
Maravillas que enloquecen
al más esquizofrénico.
Como yo.
Es como el calor azul,
o verde,
o rojo…
Calor antes metalizado.
Ahora de madera.
Tu calor, mi calor.


Caras súbitas

Follaremos hasta reventar.
Lameré tu chochito caliente y rosado.
Como una papaya chuparé las pepitas
dulces y negras.
La carne rosa, rosada cual labio.
Labio de boca divertida.
Sonrisa púbica.
Caléndula del árbol del fruto prohibido.
Caras súbitas susceptibles de la juerga de Baco.
Penetraciones en corazones que empiezan a gozar
y despiertan en el sueño eterno…
Prefiero follar a morir.
Quiero follar con tu chochito dulce.
Cual manteca de cacao.
Sabroso.
Caliente.
Lubricado listo para seguir
con la promesa de amor libre.


Colores

Atrapado en sus piernas
salgo a respirar aire falso.
Quiero estar dentro de ella para siempre.
Clamor de batallas en la cama.
Almuerzo en la mañana luminosa.
La pinto y me pinta con su coñito prieto.
Las manos mías son ya suyas,
y mi culo sentado la admira.
La pinto desnuda.
Un beso cae de espaldas y se levanta,
la calma después de la tempestad.
Otro polvo entre pincelada y pincelada.
Calma de las siete patrias.
Ella empieza a afilar mis huellas
pisando fuerte en mi lienzo,
y los colores son puro amor.
Sexo.
Lenguas húmedas.
Pene y vulva.
Como Picasso pintaba antaño.
Aquel año.
Quemando bocetos.
Para alimentar el vivo fuego
del Arte.


Como mi corazón en su alma

La miro.
Quiero follar.
La admiro.
Quiero enamorarme.
La espío.
Delante de mí.
Ya lo sabe.
La quiero.
Es mía, y yo de ella.
La amo.
Le hago el sexo.
La espero.
Siempre con una sonrisa.
Porque ella es mi diosa.
Su coño es suave.
Sus pechos pequeños.
Su culo redondo.
Sus ojos son de buen mirar.
Sus labios de carmín.
Sus orejas oyen mi voz…
Y mi grito de fascinación
al sentir que ella es para mí.
No me lo creo.
Soy para ella.
Ella es para mí.
La creo,
cuando dice que me ama.
Porque ella cree en mí.
Vulva de zumo de manzana.
Que lamo.
Y lamo.
Y amo.
Y después lloro dentro.
Mis lágrimas están dentro de ella,
para siempre.
Como mi corazón en su alma.


De kiwis y piñas

Tormentas de arena en tus pechos.
Agarro el busto de tu imagen.
Pienso que ya te tengo
y no te soltaré.
Lameré todo tu ser.
Y tu coño será de vainilla y caramelo,
en mi paladar.
Mi fanatismo es por ti.
Porque una estrella brilla por si sola.
Ingrávida y pesada.
Que flota en la oscuridad.

Mi lengua repasará todos tus centímetros.
Hasta las mil leguas de viaje subatómico.
Tus poderes me hechizan.
Y tu garganta bebe el líquido frutal
de kiwis y piñas.
Trópico selvático en tu pubis.
Y en el mío la bandera de la paz
cual trueno de sacarosa.
Cual tren descarrilando
entre vías rectas.
Tu coño.
El túnel que traspaso.
Y conecto vía amatoria.
Y tu garganta bebe el líquido frutal
de kiwis y piñas.


De noche

Mujer africana…
Su piel negra.
Quiero saltar dentro de esa cálida oscuridad.
Luz de fuego.
Piernas que caminan de noche.
Yo carismático con mi lengua.
De pies a cabeza.
Ella de rosada vagina.
Pechitos de calor extremo.
Cohetes de enorme temple.
Cuando miro su belleza
me empalmo
cual árbol recién plantado.
Me planto en su ombligo.
Mujer africana.
Ganas de volar.
Yo corro y corro.
Y me corro.
Blanco y negro.
Negra y roja.
Más y más.
Beberé su saliva.
De su boca.
Chispas que queman mis manos
y resaltan su virginidad a los treinta.
Resaltan el viaje del portugués enamorado
del castillo de cartón.
Del agua helada.
Carros de oro.
Tripis de sexualidad.
Su corazón me da.
Y yo le doy el mío.
De noche.


El árbol de las nueces

Amor.
Tu eres una escalera de fuego,
y yo ando por ella.
Tu coño rizado.
Tus pechos que caben en mi mano.
Y tu corazón cabe en mi alma.
Celos de mí mismo.
Tú en cuanto me miras
al salir al sol
por tu puerta trasera.
Déjame entrar en ti,
y permanecer dentro,
cual ardilla en el árbol de las nueces.
Nueces de panorámicas bellezas.
Intimas canciones de amor.
Amor.


Emana calor

Quiero chupar tu vulva cálida
cual tarde de verano.
Estrechar lazos contigo.
Mandar todo al garete y solo hacerte guarradas.
Comer fruta fresca;
Cerezas.
Fresas.
Papayas…
Como tu coño.
Que palpita y emana calor.
Cual hoguera indómita…

Quiero que el atardecer sea contigo.
Y las madrugadas sean dentro de ti.
Quiero que tus pensamientos más eróticos
paseen en mi alma trotinada
por el amor que te tengo.
Quiero despertar
y verte junto a mí,
y tocar tu ombligo
y beber de tu jugosa risa.
Como tu coño.
Que palpita y emana calor.
Cual remolino de agua dulce
en el centro de la tierra.


En la cama, los dos

En la cama,
los dos,
calentitos,
aprieta el cierzo
y hacemos el sexo,
del humo blanco
emanan promesas,
se que existe el amor,
ese amor
que dura y es auténtico,
ese amor que es cierto,
no caduco,
es como la haya
enorme,
tu coño,
y mi polla
un baobab,
tu pensar una mandarina
y sus hojas mi cesar,
tu cuerpo dorado,
el mío transparente,
las olas golpean tu clítoris que lamo,
y tu mi cuello al que besas,
y luceros,
y aguaceros
caen,
se desbordan,
alumbran y tus piernas mojan
con mi mirada,
mi mirada perdida
en tus recónditos placeres carnales.


En la esquina rota

Huelo a máquina de follar.
La esquina repleta de sabores.
Su culo parece un melocotón.
Y su coño parece un conejo.
Lo lamo y ella tiembla con fervor.
Mi feroz lengua desata una pasión
lunar cósmica.
Oscuridad de su vagina,
que sabe a fresas y canela.
Cabalgadas sublimes.
Tierras lejanas.
Sabores en la esquina rota.
Puerto de sirenas bellas.
Sin cola.
Frente el sol.
Viento erótico cual gemido
que desata su furia amorosa.
Esquinas folladas.
Rectas lamidas.
Curvas envestidas por el pene de dios.
Mío.
Solo mío.
Ella libre.
Yo cautivo en su coño.
Cielo despejado.
Porque ayer llovió amor.
Y hoy lloverá la rosa de su braga.


En la hamaca

Follamos en la hamaca
que se mece al vapor
de los fluidos corporales.
Tu alma, aprieta contra la mía
y el humo del incienso sube
como una serpiente que trepa.
Memorias animales.
Sexo y risas.
Tu culo que acaricio,
y me adueño de el
como la isla perdida
se adueña del mar.
Que estremece en húmedos parajes.
Tu culo,
que toco.
Tu vulva que imagino
aun dentro de la braga.
Tus pechos.
Fuera, al aire libre.
Morenos y redondos.
Follamos en la hamaca,
que se mece al viento
de nuestro amor.
Niebla rosada,
que marchita,
nos une hasta el fin de los tiempos.
Que nunca acaban.
Siempre son.


Entre placeres

Entre placeres estamos.
Tú ardes por mí.
Y mi conciencia aprende a amarte.
Tu vulva negra.
Mi deseo es contemplarte.
Fulgor de apariencia.
Entre árboles frutales dormimos,
juntos y unidos por la fuerza del amor.
Hacemos el sexo una y otra vez.
Y las raíces se hacen fuertes.
Y la fruta madura al sendero
de nuestras pasiones.
El sol es picante.
Esto es nuestro amor.
No hay prisa.
Entre placeres estamos.
Unidos.
Unidos por la naturaleza
de nuestro enigmático
proceso existencial,
no hay prisa,
tu ardes por mí,
yo muero y renazco
para darte el placer,
placer entre placeres.


Escribo poesía en tu cadera

Escribo poesía en su cadera.
Su culo es el papel.
Y mi corazón es la tinta.
Y mi pene la pluma.
Pluma para escribir
y volar cual pájaro,
que enamorado,
canta a la mañana.
Escribo poesía en su coño.
Coño despierto.
Dulce como azúcar puro de caña.
Sus manos amo.
Su cara es mía.
Cabello negro.
Un atardecer que lo mece
tomando su tiempo.
Hasta que el agua del té
esté caliente.
Como su coño.
Coño que masturbo.
Y ella se contorsiona.
Y da nota al trémolo.
Con mi guitarra.
Escribo una poesía en su cadera.
Con mi instrumento preferido.
Seis cuerdas.
Dos corazones.
Una alma.
Un beso.
Un amor.


Estás húmeda

Yo estoy humeando
como el escape de un tractor,
que ara el campo de tus senos.
Tu coño salivado
recién lavado,
resalta el color de mis labios.
Tus pezones de biberón,
meloncitos maduros.
Estás húmeda.
Estás hacendosa.
Y te afanas en hacerme el sexo.
Follaremos hasta que podamos decir amor.
Y al decirlo,
seguiremos cabalgando
hasta permanecer unidos  
a la humanidad.


Fruta perdida

Duchas en verano,
frías.
Amores en invierno,
calientes.
Fruta perdida.
Mordida.
Sueños en colores puros…
La pinto y la follo.
La amo y la follo.
La hago reír y la follo.
Fruta perdida en mis infinitos
recónditos sueños.
Sueños de colores puros.
Puros como su alma.
Sus pechos me emanan
su maternal despertar.
Salgo de ella y pienso en ella.
Entro en ella y pienso en ella.
Permanezco con ella.
A su lado.
Y pienso en mí.
Fruta perdida en mi boca.
Ricos pesares
cual cereza al chocolate.
Ella canta.
Me conquista.
Ella me folla.
Ella me ama.
Lucha por mí…
Porque yo llegué a por ti,
te llevare lejos.
Y follaremos.
Cerca.
Lejos.
En el espacio de galaxias eternas.
Como nuestro amor.


Hasta la víspera del apocalipsis

Llegaré dentro de ti.
Tu coño.
Mi espera del sórdido calor.
Mentes unidas.
Tu coño.
Te cantaré la canción
más bonita del mundo.
Y si esperas serás inmortal.
Porque para mí ya lo eres.
Tu cuello me inspira
mi fuerza de macho cabrío.
Chupare tus pies.
Carreras de avestruces.
Águilas que surcan los mares.
Explosiones de vanidades.
Quiero tu alma.
Amor.
Tú me sigues hasta la muerte.
Yo te sigo en vida hasta la eternidad.
Amo tu cuerpo.
Y tu mente.
Mente de una sola mirada.
La mirada de la libre,
expresión del buen gusto.
Minimalista cual cielo añil.
Placer de verdes praderas.
Rojo fuego.
Tu cuerpo.
Lo amo.
Te amo.
Quiero que follemos.
Hasta la víspera del apocalipsis
Eché a los dos jinetes.
Sólo quedan dos,
Los otros.
Los otros somos tu y yo.


Hasta que se acaben los colores

Me remonto a otros tiempos.
Cuando la vida era vida.
Cuando la naturaleza era naturaleza.
Ahora mi naturaleza
es tu coñito sabroso.
Tus piernas y tu ombligo
Tu coño sabe a templados ríos de cielo.
A pedacito de nube.
A total flor de hibisco.
A aroma frutal.
Tu cabello rizado.
Tu cuello hecho de relámpagos y truenos.
Que entre las gotas de lluvia,
yo te lameré hasta quedarme dormido.
Pero despierto a tus deseos,
deseos que haré posible
hasta quedarme contento.
Porque tus deseos
son fruto de tu poder erótico.
Te pintaré hasta que se acaben los colores.
Marrón y naranja.
Verde y amarillo.
Rojo, negro, azul, turquesa, gris y caramelo.
Amor sereno.
Serenidad explosiva.


Joven búsqueda

Batalla en tu cadera.
Beso fiel en tu boca.
Pájaro que vuela
y anida en tu vulva.
Porque arde de pasión.
Yo soy un polluelo
que quiere alimentar su amor,
y tu exprimes mi sabor por ti.
Y lamo todo tu ser.
Y follamos.
Hacemos cada guerra en paz.
Cada circuito en motor en marcha.
Cada senda juntos.
Y gritamos al sol que nunca se vaya.
Batalla en tu cadera.
Beso fiel en tu boca.
Fuego magenta en tu pubis.
Sábana amarilla que recoge tu saliva.
Y recae en mi miembro viril.
Que sin ti no es más que un músculo.
Así que hagamos calientes altos vuelos.
Así que hagamos sexo en verano.
Con los frutos brillantes,
jugosos amantes somos.
Amantes de lo cierto.
Amantes de lo incierto.
Amantes del viejo encuentro.
Joven búsqueda.


La fantasía de oro

Tu chochito es de oro.
Tus pezones de diamantes.
Un rio de lágrimas cubre
el pantano de mi semen.
Las piedras redondas
nacen de tu vulva de metal.
Y mis dedos cosen tu placer
a mi sentimiento.
Razón de ser.
Por la minada resistencia
a nuestros estigmas.
La fantasía de mi cuelgue por ti.
Oh reina negra.
Llámame a la puerta del iris poblado.
De serpientes que penetran
tu coño dulce.
Serpientes de largas empresas.
De rollizas llanuras
de algodón.
De puros dragones del sol naciente.
Oh reina asiática.
Tu piel blanca.
Amarilla tez.
Ojos negros.
Mi pene duro contra tu ombligo.
Y tus manos en mis testículos.


Llanuras de placer y el humo del Palosanto

Alma no cautiva
que desprende
sexo selvático,
En el río, cerca de los cocodrilos,
hacemos el amor.
Tu coño quema,
Prende, arde,
y se contorsiona con mi lengua;
Follamos,
y damos rienda suelta
a todo cuanto se nos ocurre,
todo limpio,
todo fino,
inteligente,
todo cálido y dulce
cual humo de palosanto,
ese humo respiramos
y se adhiere a nuestros pulmones,
curando toda ansiedad
y todo mal;
Follamos
por la libertad,
por el Arte,
mi boca estalla al besar los labios tuyos
y tu vuelas por los cielos,
y es que somos como un atardecer,
lento,
muy lento,
como el humo del palosanto.


Me gusta

Me gusta tu conejito peludo.
Abultado y calentito.
Negro.
Canto de ángeles.
En mi barriga
cacao líquido,
y hierba que coloca dulce cual coñito.
Conejitos de hembra humana.
Mitad diosa mitad pintura.
Pintura que vomito desde mi polla.
Y destapa su órgano sexual.
Acariciando templados aplausos
de nalgas recién duchadas.
Me gusta tu conejito.
No lo dije pero es su coño.
Coñito.
Vulva saladita.
Cual bizcocho de lima limón.
Grita ella cuando la toco.
Grita ella cuando la follo.
Grita ella cuando la llevo al despacho
de la jaula del amor
para salir y entrar en el éxtasis.
Barrotes de placeres.
Cuna de la existencia.
Truenos de carbón.
Fresa y nata.
Ella negra africana.
Mi labio en su vulva.
Me gustan los conejitos peludos.
Me gustan así.


Me tienes y te tengo

Tu coño es como heroína.
Tu coño es como pura fantasía.
Tu acelerado pulso
empuja mi excitación
hacia recónditos parajes
de gloria eterna,
salir volando cuando lo lamo
es cual colocón de materia oscura,
no estamos solos en el universo,
me tienes y te tengo.


Mi chica bonita

La chica de mis sueños está delante de mí.
En la cama dos quimeras,
y un destino.
La piel que chupo
cual aceite de oliva
cae por mi garganta.
La suya profunda.
Ella espera mi mano.
Tres días.
dos amores.
Una noche.
Poderes mágicos entre mi pene y su vulva.
Placer vital.
Profundos destellos de alegría.
Entran y salen mis dedos.
Entra y sale mi pene.
Entran y salen mis pensamientos.
Pero se acaban quedando,
en ella.
En mi chica bonita.
Negrita.
Libre y saltarina.
Bailarina.
Cantarina.
De caluroso enigma en su alma.
Mi chica bonita.


Pierdo el sentido

Cuando regreso a tu coño
estoy repleto de gozo.
Hacer el amor contigo
es estar de vacaciones
en un paraíso tropical,
y es decir sí a su amor,
porque me enciendo cual cerilla
y te contemplo como
un observador de planetas,
que de ciencia sexual,
cocina la manzana
de tu voluptuosa vulva.
Siento que te amo,
y chuparé tu ropa que huele a ti,
y se secará al sol candente
como tu coñito caliente,
pierdo el sentido
cuando me enamoro de ti,
y salgo a flote
cual pantera negra
por la jungla.
La nuestra
está en la mente de los dos,
una unión periférica,
una unión perfecta,
pierdo el sentido al tocarte,
pierdo el sentido al olerte,
pierdo el sentido al follarte.
Pierdo el sentido.


Porque haremos del tiempo una caricia eterna

Tu vulva rojiza y suave.
Calidez de amante
que respira sin temor.
Te conoces bien y se cuándo te tocas;
Para mi.
Para mí tu cuerpo.
Y mente.
Un único esbelto puente
hacia el placer divino.
Caderas que se mueven
al ritmo del sol.
La tierra gira.
Y tus piernas bailan.
Chupo un pie tuyo.
Mientras masajeo
tus extraños pensamientos,
que adivino,
y me hago con ellos.
Purpurina de fuego
en los pezones tostados.
De tú, mi niña hermosa.
Porque haremos del tiempo
una caricia eterna,
y de la caricia un sueño,
y del sueño,
un mundo,
y del mundo,
un lugar sencillamente amable.


Sexo como la miel

Sexo como la arena del desierto.
Sexo como el oxígeno lunar.
Polvo de secuencias.
Cámara y acción.
El mejor de los orgasmos.
Nado por el agua de leche de cabra.
De locura animal
y continuo espacio tiempo.
Vaga vagina de extraterrestre gusto.
Sexo como la miel.
Industria.
Revolución sexual de los tiempos antiguos.
Flor de loto azul.
Opio.
Cerveza caliente.
Jachis.
Besos de mimbre.
Caricias de bronce.
Oro fino.
Sexo como la miel.
En tu coño mi sombra.
En tu coño la presencia de dios.
Mi pene, mi pincel.
Mi pincel que pinta tu lienzo.
Al color de la tarde.
Sexo como la miel.


Soñando que fue un sueño

Cabezas.
Cabezas que piensan en follar.
Follar para siempre.
Hacer el amor.
Y despertar
soñando que fue un sueño,
un sueño real.
Palmera de cocos.
Cocos de agua pura.
Sudores de gritos de gozo.
Calderas de líquido en ebullición.
Que de aceite de palma
y chocolate,
bañamos a nuestros corazones.


Tú cantas en mi alma mi canción

Despacio.
empezamos la noche.
Sexo profundo en estado puro.
Amapolas rojas renacen
de la improvisada música…
De marimbas y tambores.
Violines son tus gemidos.
Y mis turbados deseos se vigorizan,
como mi miembro al contemplarte,
cual jardín japonés de diseño al cartabón.

Oh
Y tú me sonríes
con tus ojos entrecerrados.
Las palmeras africanas
y las praderas,
se funden
en planta de azahar
y cacahuete.
Fruto de tu vulva
en mi boca.
Porque tú cantas en mi alma
mi canción.


Y penetro caminando

Tu vagina estrecha.
Rosada como el alba
en el desierto.
Culto a tu sexualidad.
Gran sofisticación .
Tiemblo al verte.
Follar es cuanto quiero.
Tu cuello largo
canta
Tu cuerpo marrón y al viento.
Subo despacio.
Soy pequeño.
Y tu grande
Me acerco.
Y llego al clítoris.
Y penetro caminando kilómetros y kilómetros
dentro de tu sexual enigma.
Llego donde nadie llegó nunca.
Tú me llamas hacia…
A tus montes de luz.
A tus memorias de adolescente.
Tus miembros.
Tocan mi esbelto esperma.
Y evocan mi deseo de claridad eterna.
Y penetro caminando,
y siguiendo la estela de tu pasión,
tus estrictos votos sexuales,
vulva inquieta,
caliente,
húmedas posibilidades,
húmedas,
y penetro caminando.


Ya llegó la primavera

Ya llegó la primavera.
Ya llegó tu culito revoloteando
por las calles en fuego,
en llamas.
Llueve fuego entre tus piernas.
Montamos una fiesta
donde no hay límites,
y donde hay la mayor libertad moral,
ética y espiritual,
en tu vulva yo me quedo aturdido
por el perfume glorioso,
aromas a cielo y nubes,
aromas a fuego,
fuego entre tus piernas.
Ya llegó la primavera,
la primavera en llamas,
degustamos el placer que antaño sucedió
y la flor y nata del sexo,
placer asegurado por los dioses egipcios,
opio y calaveras,
lienzo de hierbabuena,
costuras que tus labios cosen
en mi alma enamorada
por tu cuerpo de entresijos divinos…
Tu coño y mi lengua…
como que ya llegó la primavera.


CUANDO LLUEVE FUEGO - 2017